domingo, 16 de septiembre de 2012

ESCUCHA LOS TAMBORES!!



Por Redford Tramell
Originalmente publicado en la Revista HeartCry, volumen 13, dicienbre/enero del 1999.


Redford y Elizabeth Tramel, han sido misioneros en Perú la mayor parte de sus vidas. Charo y yo los tenemos como amigos y consejeros. El siguiente artículo apareció en el último boletín que publicaron. Conociendo los años de servicios en el campo misionero y la inusual dedicación de ellos al Reino y a la cosecha, queremos publicar esto para tu edificación. Por favor lee estas palabras como las que vienen de un hombre y una mujer que han dado sus vidas enteras en la batalla en el misiones en el extranjero. –Paul Washer

¿Por qué tanto esfuerzo misionero “extranjero”? Extranjero está en paréntesis porque no es extranjero para Dios y no lo debería ser para nosotros. También, Dios ha traído el campo misionero “extranjero” a los Estados Unidos con los millones de extranjeros que hay aquí de cada nación del mundo, aun de las más cerrados y menos evangelizadas naciones del mundo como Corea del Norte, Laos, Maldivas, Irán, etc.

Aunque la necesidad física y emocional de esos países que están en vía de desarrollo no es la principal razón de las misiones “extranjeras”, a nosotros nos importa la pobreza y el sufrimiento que cientos de millones están experimentando. Y nosotros somos tocados por los millones que están siendo oprimidos por los gobernantes despiadados y la perversa mayoría.

Nos lastima saber de miles que cada año son capturados y vendidos como esclavos, y comprados por crueles dueños de esclavos, y de padres vendiendo a sus hijas para ser llevadas a las ciudades a prostituirse. Intentamos imaginar la ignorancia y formas cercanas a la “era de piedra” de esos que no han sido tocados por la “civilización”. Tratamos de sentir los sentimientos, miedos y dificultades de esos que viven en tribus aisladas. Sabemos que Dios conoce y tiene cuidado. Y esas necesidades deberían tocar nuestros corazones y movernos con compasión cristiana.

Cristo “tuvo compasión de las multitudes” (Mateo 9:36). Nosotros que hemos recibido al Señor Jesús como Salvador podemos amar a los extranjeros con el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5). Nos damos cuenta que Cristo nos tendría para aliviar el sufrimiento mientras evangelizamos. Sin embargo, la necesidad física y emocional NO ES LA PRINCIPAL RAZON de las misiones “extranjeras”: Tres de las mayores razones para las misiones son:

Primero:
Debemos obedecer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo quien nos mandó a tomar las buenas noticias de salvación “a cada criatura”. (Marcos 16:15), “hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8), y “a cada grupo étnico” (Mateo 28:19). Debemos obedecer porque Él es el Señor, y “todos nosotros comparezcamos delante del tribunal del Cristo para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho… (2 Corintios 5:10). Él nos mandó a hacer esto porque es muy importante para Él que esto sea hecho.

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti… el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien haz enviado.” (Juan 17:3). Él conoce a cada persona de la tierra y tiene cuidado de ella.

Conocer al Señor, adorarlo y servirle son las Razones por las cuales Él nos puso a todos nosotros en el mundo. Él nos mandó a estar profundamente envueltos ofrecer Su mensaje “hasta lo último de la tierra”. Cada uno de nosotros está decidiendo obedecer o no… La obediencia parcial no es obediencia.

Segundo:
Debemos tomar el evangelio de salvación “hasta lo último de la tierra” porque la necesidad de salvación que cada persona tiene, es la mayor necesidad. Si una persona va al infierno es la peor cosa que le puede ocurrir a tal personas. La condición más importante de toda persona es si va al cielo o al infierno, si ha recibido a Cristo Jesús como Salvador o no. El perdón de los pecado, ser aceptado por Dios en esta vida e ir gozar de Su presencia, son las cosas más importantes de la vida.

Muchos estamos preocupados por las personas que claman ser cristianos pero difícilmente actúan como tal. Pero casi un billón de hindús, 700 millones de budistas, millones de Animistas, y cientos de millones de otras personas ni siquiera claman haber recibido a Cristo como Salvador. Ellos claramente dicen: ¡No, no creo en Jesucristo! O “No sé quién es él”. Su más importante necesidad es oír sobe Cristo, recibirlo como su Salvador y ser salvados de la condenación (Juan 3:18).

El Dios de la Biblia es el único Creador del universo, y nuestro Señor Jesucristo es el único Salvador-Cristo-Mesías (1 Timoteo 2:5). La pregunta es: “¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído?” (Romanos 10:11).

Tercero:
La necesidad es tan grande que cada cristiano es necesario para expandir el evangelio. El mundo es enorme (Cada persona del mundo podría estar a 12,000 millas de cada persona). Hay 21,000 lenguajes y grupos culturales. Hay casi 7 billones de personas en el mundo (el 95% vive fuera de los Estados Unidos). Él ha entregado a los cristianos la responsabilidad de llevar el mensaje de Cristo y la salvación a todos.

El trabajo es tan enorme que ningún cristiano está exento de hacer su parte. Ninguno puede decir, “Yo no soy necesario. Que lo hagan otros.” Entonces, ¿por qué esto no ha sido cumplido en los casi 2000 años desde que nuestro Señor dio el mandamiento? Muchos cristianos no han hecho su parte. Si cada persona que verdaderamente ha recibido a Jesucristo como su Salvador se comportara como debiera, llevara el evangelio tan lejos como pueda, y diera todo cuanto pudiera, el trabajo seria cumplido.

Si cada uno diera para las misiones solo un porciento más del pago que lleva a su casa, habría más que suficiente para pagar los costos de alcanzar cada tribu y nación “hasta lo último de la tierra”. Y si cada uno de nosotros actuara, diera e hiciera lo que razonablemente somos capaces de hacer, según la voluntad de Dios para cada uno, la Gran Comisión podría ser cumplida en unos años.

Cada grupo étnico no alcanzado, cada aldea no alcanzada, cada persona no alcanzada es una prueba de la frialdad y desobediencia de la mayoría del pueblo de Señor.
¿Te importa eso? ¿Cuánto te importe? ¿Vas a obedecer? ¿Podrías interceder más en oración, predicar el evangelio a más personas, dar más para las misiones? ¿Es el Señor Jesucristo el Señor de tu vida, ambiciones y decisiones? ¿Estas tu sirviendo al Señor Jesucristo como Él te ha ordenado?

Oramos para que el Señor pueda decir un día de ti: “Bien, buen siervo fiel”. (Mateo 25:21). ¿Es aplicable a tu vida el texto de Lucas 6:46: “¿Por qué me llamas Señor y no haces lo que yo digo?”? ¿Orarás ahora y diariamente: “Señor, quiero hacer tu voluntad, quiero obedecer, quiero hacer mi parte; por favor, muéstrame tu voluntad y dame al fe y la fortaleza para hacerla”? Oramos para que tu “que estéis firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.” (Colosenses 4:12).

- Redford y Elizabeth Tramell

Santificado sea Tu Nombre.
Venga Tu Reino.
Sea hecha tu voluntad,
Como en el cielo,
Así también en la tierra. AMEN

No hay comentarios:

Publicar un comentario